Agua, saneamiento e higiene
Las
aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico obstaculizan la
erradicación de la pobreza extrema y las enfermedades en los países más pobres
del mundo.
En
la actualidad, 2400 millones de personas no disponen de saneamientos mejorados
(que eviten que la población esté en contacto con excrementos humanos). Según
el Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del
Saneamiento, al menos 1800 millones de persona en todo el mundo beben agua
contaminada con residuos fecales. Un número aún mayor bebe agua que se
distribuye a través de sistemas vulnerables a la contaminación.
Estos
son algunos datos relativos al saneamiento:
·
Una de cada tres personas no dispone de
saneamiento mejorado.
·
Una de cada siete personas defeca al aire libre.
·
Desde 1990, unos 2600 millones de personas más
utilizan saneamientos mejorados.
·
El 75% de la defecación al aire libre del mundo
tiene lugar en cinco países, a saber, India, Indonesia, Nigeria, Etiopía y
Pakistán.
Agua no potable y mortalidad infantil
El
agua no potable y el saneamiento deficiente son las causas principales de la
mortalidad infantil. La diarrea infantil -asociada a la escasez de agua,
saneamientos inadecuados, aguas contaminadas con agentes patógenos de
enfermedades infecciosas y falta de higiene- causa la muerte a 1,5 millones de
niños al año, la mayoría de ellos menores de cinco años en países en
desarrollo.
Saneamientos mejorados y beneficios económicos
La
relación entre la falta de agua y saneamiento y los objetivos de desarrollo es
obvia y solucionar el problema es rentable. Los estudios muestran que cada
dólar invertido se traduce en un beneficio de 9. Ese retorno de la inversión
beneficia específicamente a niños pobres y comunidades desfavorecidas que más
lo necesitan.
Foto
ONU/Regina Merkova Mujer
rural en Bangladesh

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